Nunca se han preguntado, ¿por qué Papá Noel tiene barba? ¿quién se inventó el candado? ¿por qué Freddie Mercury y Albert Einstein tienen algo en común y es el bigote? Seguro sí, y es que pensar en Papá Noel afeitado es muy raro, pero ¿de dónde vienen todos esos estilos? En Schick nos dimos a la tarea de averiguarlo.
Las barbas y los bigotes tienen más historia que todas las celebridades de Hollywood juntas. De hecho, se han encontrado hallazgos de cavernícolas, 30.000AC, que se afeitaban usando caparazones y almejas como pinzas (¡qué dolor!), esto quiere decir que, desde el principio de los principios, el hombre ha tenido su tumbado y su cosa con la barba, sea para tenerla o no, pero ¿por qué?
Bueno, pues existen algunas explicaciones. En el libro Hombres y Barbas (es un libro real, búsquenlo en Google si quieren), se dice que las primeras tribus, los médicos y sacerdotes hacían también de peluqueros ya que creían que los espíritus entraban por los pelos y la única forma de sacarlos, era cortándolos: “mijo, córtese esos pelos que se le va a meter un espíritu”, dirían las mamás en ese entonces. Pero esto ha sido un tema de temporalidades. En algunas épocas la cara limpia ha estado de moda, en otras, la barba hípster sería la que mande la parada.
Podríamos ir siglo a siglo buscando respuestas sobre la barba, pero quisimos adelantarnos un poco y llegar al siglo XIV, donde los mostachos bien poderosos se pusieron de moda.
Era la época del Edward, príncipe de Gales, no de galas, quien tal vez sería el primer rockstar del bigote. En una escultura que pusieron en la Catedral de Canterbury, como tumba, pusieron al mismísimo Edward tal y como era, pero lo que más resaltaba era su mostacho. En ese momento quedó instaurada la moda del bigote como símbolo de elegancia y los ingleses decían: “Edward, se ve re elegante con esos bigotes”. No, no es cierto, eso no lo decían, pero sí fue una moda usar bigotes largos, con la barba afeitada.
La barba, el bigote y la cara afeitada han tenido muchas interpretaciones a través de la historia y más allá del supuesto que afirmaba que una persona con barba se veía “desaliñada” y una afeitada, organizada, existió la idea que decía que quien usara barba era bruto.
“Mire esa persona tan bruta, pues claro, lleno de barba”, eso lo dirían los rusos y más específicamente Pedro I el Grande, zar de Rusia en el siglo XVII quien ordenaría a sus súbditos, ¡por decreto!, que tenían que afeitarse con el fin de “desenbrutecer” a Rusia. Su insistencia sería tal que le pondría impuesto a la barba. “Bueno, hermanazo, se me baja de 200 rublos ahí por esa chivera”.
Cada estilo de barba ha estado adecuado a un tiempo y un tipo de moda; sin embargo, con el pasar de los años las tendencias van y vienen. Aunque quedan todavía algunas ideas sobre cómo se debe llevar la barba, lo más común hoy es que cada uno elija su propio estilo. Sea con bigote, a ras con patillas, lo importante es sentirse cómodo.
Aféitate como quieras, cuida tu estilo con Schick.